domingo, 22 de abril de 2007

EPICURO. MÁXIMAS CAPITALES (SELECCIÓN)

-(2) La muerte no es nada para nosotros. Porque lo aniquilado es insensible y lo insensible no es nada para nosotros.
[Lo sensible determina el límite de lo que es para nosotros. Aquí vemos cómo la teoría del conocimiento se integra en una reflexión sobre la muerte que pretende inducir un determinado estado psíquico y moral]

-(5) No es posible vivir placenteramente sin vivir prudente, honesta y justamente, ni vivir prudente, honesta y justamente sin vivir placenteramente. A quien no alcanza esto, no le es posible vivir placenteramente.
[Virtud y felicidad. Cf., Aristóteles y Kant (en cuyo pensamiento es necesario postular la existencia de Dios y la inmortalidad del alma para garantizar la coincidencia entre virtud y felicidad). Tener en cuenta las particularidades de los conceptos de prudencia, virtud, y felicidad en la Antigua Grecia]

-(8) Ningún placer es por sí mismo malo. Pero lo producido por ciertos placeres comporta muchas más perturbaciones que placeres.
[En el hedonismo de Epicuro es fundamental el conocimiento –y la evaluación– de las consecuencias de los diferentes placeres. Es un hedonismo racional o inteligente].

-(11) Si nada nos inquietaran las aprensiones ante los fenómenos celestes y ante la muerte –no fuera ella acaso algo para nosotros–, y también el no conocer los límites de los dolores y los deseos, no necesitaríamos de la investigación de la naturaleza.
[La importancia del conocimiento científico de la naturaleza. La ignorancia y la superstición son fuente de inquietud y miedo, al contrario que el conocimiento de la realidad. Nótese la relación entre ciencia y ética]

-(12) No era posible disipar el temor acerca de las cosas supremas sin examinar cuál es la naturaleza del universo y sin abrigar alguna sospecha de las creencias sobre los mitos. De manera que sin la investigación de la naturaleza no era posible conseguir placeres puros.
[Véase comentario anterior]

-(15) La riqueza conforme a la naturaleza está limitada y es muy fácil de conseguir. Lo que es conforme a las vanas opiniones cae al infinito.
[Es más feliz quien vive de acuerdo con la naturaleza. La riqueza, en el sentido vulgar, no tiene límite y por tanto es fuente de insatisfacción]

-(16) Breves ataques lanza contra el sabio la fortuna pues los mayores y más importantes bienes se los ha suministrado su razón y durante todo el tiempo de su vida se los suministra y se los suministrará.
[La fortuna, como la suerte, puede variar y no depende de nosotros. Pero cuando los más importantes bienes que poseemos no son materiales y proceden de la razón, entonces están a salvo de los vaivenes de la fortuna. Y en esta medida el sabio está protegido contra esa inestabilidad]

-(27) De cuantos bienes nos proporciona la sabiduría para la felicidad de toda la vida, el mayor con mucho es la adquisición de la amistad.
[La importancia de la amistad nos dice mucho del significado del placer en el hedonismo de Epicuro. V., también, Aristóteles]

-(29) De los deseos unos son naturales y necesarios. Otros, naturales y no necesarios, Otros, ni naturales ni necesarios, sino nacidos de la vana opinión.

-(31) Lo justo según la naturaleza es una convención [un pacto] sobre lo que lleva a no hacerse daño unos a otros y a no ser dañado.
[Cf., el concepto de justicia en Platón]

-(39) El que se ha formado de la mejor manera para no poner su confianza en las cosas de fuera, éste hace que todas las cosas posibles le sean familiares y que las no posibles no le sean al memos extrañas. Y con cuantas cosas no le es posible ni siquiera esto, permanece al margen y se limita a aquello que le es útil hacer.
[No vale la pena preocuparse por aquello sobre lo que no podemos hacer nada. También expresa el giro ético de la filosofía helenística]